jueves, 29 de agosto de 2013

Mona Lisa en apuros

EL SECRETO DE LEONARDO DA VINCI 
Por Eduardo González


Ese Año Nuevo, en París, roban del museo del Louvre el cuadro La Gioconda y un libro de recetas de Leonardo da Vinci. En la Argentina, en el pueblo de Filix Araxi, el joven detective Pilo Montaliú deberá viajar a Jujuy para investigar este extraordinario robo. Acontecimientos tan disparatados y aparentemente distantes suceden en El secreto de Leonardo da Vinci,  novela de Eduardo González. El autor de Cementerio clandestino y El fantasma de Gardel ataca el Abasto ofrece ahora al lector un texto ameno, ingenioso y, aunque no lo parezca en un principio, profundamente argentino.
La primera virtud de El secreto de Leonardo da Vinci es la capacidad de González de plantear su intriga central en las primeras diez páginas, lo que atrapa al lector desde el comienzo. Se trata de una novela con muchísimos ingredientes que, a medida que avanza, van enriqueciendo y volviendo más compleja la trama. El secreto.. es una y muchas novelas a la vez. Si bien pertenece al género policial, posee diferentes elementos de la novela de aventuras, pero también de la ciencia ficción y de la novela costumbrista. El personaje principal se inscribe además en la lista de aquellos jóvenes protagonistas de las novelas de educación, que van descubriendo y conociendo el mundo.
Pilo es un adolescente muy parecido a nuestros contemporáneos y su compleja composición pone en evidencia el notable conocimiento de González de la experiencia de vida de los jóvenes de hoy, pocas veces tan bien reflejados en las novelas que pretenden representarlos. "Uso un aro en la ceja izquierda, me encantan las motos y el surf; tengo una Harley Davidson roja y soy feliz galopando las olas. El ruido de la tabla al golpear las olas sobre el mar es la música de mi libertad", se define Pilo. El inquieto detective es además un hacker avezado, fanático de la música del grupo Catepecu Machu y la filosofía del rock & roll, héroe en el afuera y, a la vez, un "bebe" en la intimidad. Pilo es un típico pibe piola argentino que alardea de sus conocimientos, y a la vez, se emociona cuando sobrevuela la Quebrada de Humahuaca. Hay mucho delirio en la composición de otros personajes de la novela, como la curandera Potola y el Bocha Roldán, un maquinista que estudia el carácter infinitesimal del canto de la mulita.
Quizás el aspecto más interesante de El secreto.. resida en la superposición de tiempos con que trabaja González. Los saberes y las prácticas más avanzados de la informática, con crackers, chats y firewalls incluidos, conviven con formas de vida antiguas y telúricas: los viejos trenes del Ferrocarril del Norte, la costumbre del mate y los áridos paisajes y personajes del norte argentino. La novela trabaja con la intertextualidad y las citas de, por ejemplo, El tulipán negro, Los tres mosqueteros, El nombre de la rosa, Don Segundo Sombra, así como del Tizón de Fuego en Casabindo y de textos anteriores del mismo González.
El secreto de Leonardo da Vinci es un policial para niños de 11 años en adelante que merece estar al alcance de los adolescentes. Una novela "suculenta", como dice constantemente su peculiar protagonista. .
Nora Lía Sormani en suplemento cultura de La Nación

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